Aunque parezca raro en algunos países con gobiernos de Izquierda, desde Moderados hasta Radicales, hay un acontecimiento raro, que es digno de los estamentos de la economía y de los gobiernos capitalistas de corte liberal, en los últimos años se ha dado una subida importante en los precios de las viviendas, no solo en valores nominales, sino en reales, ajustados por la inflación, convirtiéndose en algunos casos en un refugio local para los inversionistas de estos países, pero no atrayendo mucho dinero del exterior.
En los gobiernos de Izquierda, dado sus mandatos no son favorables para la apreciación del capital en cualquier forma, sea bolsa, viviendas, empresas, etc y peor aun una burbuja inmobiliaria, que se considera un atentado contra la accesibilidad a la vivienda, un bien básico que debe ser cubierto, y no dado para la especulación. Pero en los últimos años en Latinoamérica se ha observado un aumento en el precio de los inmuebles, sobre todo en dólares americanos, que no solo ha llegado a países de alto crecimiento económico enmarcados en políticas liberales y de globalización tipo Perú, Chile o Colombia, sino también en países con gobiernos de Izquierda, debido a varios factores, como el influjo de divisas por el boom de Materias Primas, el refugio tangible de valor de los inmuebles contra la inflación, el explosivo crecimiento del crédito, la escasez de nuevas viviendas, en menor medida el interés de inversionistas extranjero y un largo etc.
Veamos ahora caso por caso.
Brasil, un BRIC a los ojos del Mundo
Definamos primero que el gobierno izquierdista del país de la zamba, es de los más moderados, con un respeto a los contratos y a la propiedad, además de promoción de la inversión local y extranjera, cayendo siempre en algunos excesos de proteccionismo y regulaciones, y programas sociales de dudoso financiamiento en el futuro.
Últimas noticias nos dicen que los precios en Rio y Sao Paulo han aumentado en 99% y 81% desde los pisos de la crisis financiera a inicios del 2009, debido a las expectativas por la Copa del Mundo y las Olimpiadas que vienen, pero esto solo es la cereza del pastel. Todo comienza con el gran salto que dan las economías emergentes desde el 2003, y Brasil era uno de los grandes abanderados con la B, de los Bric, el éxito económico, los puso en los ojos del mundo, el influjo de dinero que llego del extranjero, sumado a una moneda fuerte como el real, trajeron demanda de afuera, pero la gran cantidad de brasileños que vieron sus ingresos subir, además de unas políticas crediticias flexibles, que inundaron de hipotecas, fueron las claves para una demanda contenida, que lidero una subida de precios.
Si bien los ratios deuda hipotecaria/PBI, son bajos en comparación, con los de los países desarrollados, su crecimiento ha sido explosivo en los últimos años, por otro lado los ratios de accesibilidad de vivienda, si están altos, con departamentos en las grandes ciudades costeras a niveles de símiles en EEUU o Europa, con precios de mas de 1 millón de dólares. Sin embargo esta burbuja se da en un contexto capitalista con un crecimiento acelerado del crédito, respeto pleno a la propiedad privada, inflación controlada y libre flujo de capitales.
Argentina, cuando hay que ganarle a la Inflación
En el país del rio de la Plata, si tiene un gobierno que si se pueda definir de Izquierda, no tan moderada como Brasil, ni el exceso de Venezuela, digamos en el punto medio; desde el corralito del 2001, la economía Argentina, no ha encontrado una plena estabilidad, si bien ahora goza de un crecimiento alto, pero esto se debe a un factor externo como el precio de las Materias primas, y un contagio con el resto de países emergentes, que ha atraído ciertas inversiones al País.
En el caso especifico de la vivienda, la constante subida de precios, se dio por diversos factores, primero las pocas posibilidades de inversión, cuando por ejemplo la Bolsa fue minimizada, cuando el gobierno se apodero de las AFPs, además de el ligero control de capitales que existe en el País, quedando como refugio natural los inmuebles, esto acentuado por la inflación persistente que golpea ese país durante años, la constante subida de precios, con una moneda débil, que tiende a perder su valor, donde el valor tangible de las propiedades sirve primero como protección contra la perdida de valor del billete, y después como una vía de revalorización de valor.
En los últimos años con el fuerte rally de los productos agrícolas, ha entrado al País, un significativo influjo de divisas, y enriquecido a sectores de la población que necesitan colocar su dinero en activos de valor, sin embargo el crédito ha actuado poco, ya que las tasas altas y la poca disponibilidad de los bancos de prestar han impedido la explosión hipotecaria, lo que ha hecho mas polarizada la burbuja, dándose los precios altos básicamente en la Gran Buenos Aires.
Ha sido clave el derecho a la propiedad privada y el respeto a las inversiones en el sector, así como nulas políticas para detener la burbuja de parte del Estado, para posibilitar la burbuja en un ambiente izquierdista.
Venezuela, la escasez eleva los precios
Es interesante ver como los precios de las viviendas en un País con 10 años de gobierno Izquierdista, no han caído y por el contrario han subido, no en la magnitud de las dos anteriores, pero si en mayor nivel que los países desarrollados. Venezuela gozo de un crecimiento explosivo desde el 2003 pero solo le duro hasta el 2008, a diferencia del resto de países latinoamericanos, las grandes contradicciones de su economía, donde una falta de respeto por la propiedad privada, la marginación de la inversión extranjera, estatización de empresas en varios sectores, regulaciones cambiarias y un largo etc de excesos propios de gobiernos autoritarios y socialistas.
A pesar de un rebote del crudo hasta 100 dólares el barril, la inversión extranjera como local estaba herida y no dispuesta a regresas por todos estos excesos, no había garantías jurídicas de invertir en el País, todo esto llevo a 3 años seguidos de recesiones, pero centrándonos en el caso de las viviendas, desde que llego al gobierno, Chávez quiso impulsar programas de vivienda social, sea directamente por el Estado o en alianza con constructores privados, sin embargo con una fuerte intervención estatal, ineficiente, nunca se logro consolidar, construyéndose pocas viviendas de corte social, peor aun las iniciativas privadas fueron apagadas con una serie de embargos y alientos para invadir propiedad privada, en casos de que estos no se concluyan y vendan, o de desastres naturales, o de “necesidad publica”, varios constructores fueron perseguidos por no entregar ventas pactadas, al no poder concluirlas, debido a diversos errores del sistema.
Además de esto se sumo la mínima inversión que hubo en la capacidad instalada del sector construcción, como la inversión privada se retraía, y la imposibilidad de importar a precios adecuados y en las fechas previstas materiales de construcción del exterior debido a la falta de divisas, que son manejadas y repartidas por el Estado en su mayoría. Entonces Venezuela después de años de poca actividad constructora se ha quedado, casi sin stock de vivienda disponible, y la mayoría de gente vive en las condiciones que no desearía, incluso aquella que puede y tiene el dinero disponible, el problema es que no hay viviendas y las que se ponen en venta están demasiado caras, promediando el m2 construido los 1,500$ en Caracas.
A pesar de que el crédito esta casi extinto y no ayuda a generar mas demanda, además esta ya esta deprimida por una recesión de años y una inflación que no deja de socavar los bolsillos de los Venezolano; es la escasez, lo que ha hecho que los precios no caigan, e inclusive suban, muchas parejas de casados, se quedan en las casas de sus padres, sin hallar viviendas a precios accesibles, y los que se ponen en venta son muy caros o son vendidos en días.